1 Corintios 1 - Biblia de Jerusalén Primera Edición (1976)

Libro de 1 Corintios
Capitulos:

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1 - Pablo, llamado a ser apóstol de Cristo Jesús por la voluntad de Dios, y Sóstenes, el hermano,

2 - a la Iglesia de Dios que está en Corinto: a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos, con cuantos en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo, Señor nuestro, de nosotros y de ellos

3 - gracia a vosotros y paz de parte de Dios, Padre nuestro, y del Señor Jesucristo.

4 - Doy gracias a Dios sin cesar por vosotros, a causa de la gracia de Dios que os ha sido otorgada en Cristo Jesús,

5 - pues en él habéis sido enriquecidos en todo, en toda palabra y en todo conocimiento,

6 - en la medida en que se ha consolidado entre vosotros el testimonio de Cristo.

7 - Así, ya no os falta ningún don de gracia a los que esperáis la Revelación de nuestro Señor Jesucristo.

8 - El os fortalecerá hasta el fin para que seáis irreprensibles en el Día de nuestro Señor Jesucristo.

9 - Pues fiel es Dios, por quien habéis sido llamados a la comunión con su hijo Jesucristo, Señor nuestro.

10 - Os conjuro, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a que tengáis todos un mismo hablar, y no haya entre vosotros divisiones; antes bien, estéis unidos en una misma mentalidad y un mismo juicio.

11 - Porque, hermanos míos, estoy informado de vosotros, por los de Cloe, que existen discordias entre vosotros.

12 - Me refiero a que cada uno de vosotros dice: «Yo soy de Pablo», «Yo de Apolo», «Yo de Cefas», «Yo de Cristo».

13 - ¿Esta dividido Cristo? ¿Acaso fue Pablo crucificado por vosotros? ¿O habéis sido bautizados en el nombre de Pablo?

14 - ¡Doy gracias a Dios por no haber bautizado a ninguno de vosotros fuera de Crispo y Gayo!

15 - Así, nadie puede decir que habéis sido bautizados en mi nombre.

16 - ¡Ah, sí!, también bauticé a la familia de Estéfanas. Por lo demás, no creo haber bautizado a ningún otro.

17 - Porque no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el Evangelio. Y no con palabras sabias, para no desvirtuar la cruz de Cristo.

18 - Pues la predicación de la cruz es una necedad para los que se pierden; mas para los que se salvan - para nosotros - es fuerza de Dios.

19 - Porque dice la Escritura: = Destruiré la sabiduría de los sabios, e inutilizaré la inteligencia de los inteligentes. =

20 - = ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el docto? = ¿Dónde el sofista de este mundo? ¿Acaso no entonteció Dios la sabiduría del mundo?

21 - De hecho, como el mundo mediante su propia sabiduría no conoció a Dios en su divina sabiduría, quiso Dios salvar a los creyentes mediante la necedad de la predicación.

22 - Así, mientras los judíos piden señales y los griegos buscan sabiduría,

23 - nosotros predicamos a un Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles;

24 - mas para los llamados, lo mismo judíos que griegos, un Cristo, fuerza de Dios y sabiduría de Dios.

25 - Porque la necedad divina es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la debilidad divina, más fuerte que la fuerza de los hombres.

26 - ¡Mirad, hermanos, quiénes habéis sido llamados! No hay muchos sabios según la carne ni muchos poderosos ni muchos de la nobleza.

27 - Ha escogido Dios más bien lo necio del mundo para confundir a los sabios. Y ha escogido Dios lo débil del mundo, para confundir lo fuerte.

28 - Lo plebeyo y despreciable del mundo ha escogido Dios; lo que no es, para reducir a la nada lo que es.

29 - Para que ningún mortal se gloríe en la presencia de Dios.

30 - De él os viene que estéis en Cristo Jesús, al cual hizo Dios para nosotros sabiduría de origen divino, justicia, santificación y redención,

31 - a fin de que, como dice la Escritura: = El que se gloríe, gloríese en el Señor. =